En Singapur, adquirir un Toyota Yaris Cross tiene un precio de 121.372 euros, a pesar de que el costo real del automóvil es de poco más de 20.000 euros. Además, comprar un Volkswagen Golf requiere desembolsar más de 128.600 euros, mientras que el precio de salida de un Citroën C4 eléctrico, incluyendo descuentos, es de 122.464 euros .
Estas cifras han convertido a Singapur en la ciudad más cara del mundo para tener un coche, especialmente considerando que el salario medio familiar en el país es de 83.848,85 euros anuales.
El sistema COE y la restricción de vehículos en Singapur En Singapur, para comprar un coche es necesario contar con una licencia llamada COE (Certificate of Entitlement), que tiene una validez de 10 años. Sin embargo, el precio del COE no es fijo y se determina a través de subastas en el mercado. El objetivo es limitar el número total de vehículos en circulación a un máximo de 950.000 automóviles .
Durante la pandemia de Covid-19, los precios del COE se desplomaron debido a los ahorros de las familias y las restricciones de movimiento.
El precio llegó a caer hasta los 20.767 euros. Esto significa que para comprar un Toyota Yaris Cross, era necesario pagar el doble de su valor de mercadAumento de la demanda y precios del COE Sin embargo, con la recuperación económica posterior a la pandemia y la posibilidad de viajar nuevamente, la demanda de vehículos ha aumentado significativamente.
Esto ha llevado a un aumento en el precio final del Toyota Yaris Cross, que ahora se encuentra cinco veces por encima de su costo real en el mercado sin el sistema COE. Debido a la alta demanda de coches, el precio del COE ha aumentado a 100.000 euros para automóviles con motores de más de 1.600 centímetros cúbicos o una potencia superior a 97 kW (130 CV).
Aquellos que no puedan permitirse este precio siempre pueden optar por obtener una licencia para vehículos que se encuentren por debajo de estos límites, con un costo de 72.000 euros.
En resumen, comprar un Toyota Yaris Cross en Singapur es costoso debido al sistema COE y las restricciones en el número de vehículos en circulación. Esto ha llevado a precios significativamente más altos que el valor real del automóvil en el mercado.










